Cristina Kirchner empezó a ejercer la vicepresidencia de este gobierno percibiendo una sola pensión de privilegio. A pocos meses de estar en el cargo, a través de maniobras que poco tienen que ver con lo que dice la ley, consiguió sumar la pensión vitalicia de Néstor Kirchner. Con las actualizaciones recientes Cristina comenzó a percibir algo más de 10 millones de pesos por mes, el equivalente a 146 jubilaciones mínimas.
La Corte Suprema de Justicia, foco de las principales críticas de la vicepresidenta, por estas horas está discutiendo sobre la doble pensión de privilegio que comenzó a cobrar a los pocos meses que Alberto Fernández llegó a la Casa Rosada. La gestión de Cambiemos la había obligado a optar por una de las pensiones, decisión que se revirtió gracias al jefe de los abogados del Estado, Carlos Zannini. De esa manera Cristina logró ante la justicia del fuero de la Seguridad Social un fallo favorable para revertir la situación en la que la había dejado el gobierno de Macri.
Como la doble pensión de privilegio de la vicepresidenta está atada a los aumentos concedidos por la Corte, ella también percibió los últimos incrementos de los funcionarios judiciales: 6% en enero, 7% en febrero y 5,5% en marzo.
Lo que Cristina Kirchner percibe -cifra informada por ella misma en su demanda judicial- actualizada, da como resultado 10.000.000 de pesos por mes, por las dos pensiones vitalicias, la suya como ex presidenta y la correspondiente a Néstor Kirchner.
El 18 de noviembre pasado, la Cámara de la Seguridad Social -con las firmas de Néstor Fasciolo y Sebastián Russo- había confirmado el fallo del juez Pérez Nanni, según el cual ella podía cobrar su doble pensión vitalicia, luego de que la ANSES dictaminara a su favor, gracias a que el entonces fiscal -y miembro de Justicia Legítima- Gabriel De Vedia no apeló, cuestión que llamó la atención, dado que De Vedia hasta ese entonces apeló todos y cada uno de los reclamos de los jubilados.
En su última declaración ante la Oficina Anticorrupción (OA) Cristina reconoció un patrimonio de 50.000.000 millones de pesos. Dos años atrás había declarado 9 millones, mostrando un continuo incremento de sus bienes, la vicepresidenta nominalmente cuadruplicó su patrimonio sin poseer inmuebles, monto imposible de justificar legalmente.
Los números están a años luz del patrimonio declarado cuando dejó la Casa Rosada en diciembre de 2015. En ese momento, justo cuando empezaron a dictar las primeras medidas cautelares en su contra en el marco de las causas de corrupción, Cristina decidió traspasar su fortuna a sus hijos. La misma incluía plazos fijos, 30 propiedades, participaciones accionarias en varias empresas y un vehículo.
RECLAMO ANTE LA CORTE
La denunciante Graciela Ocaña, refiere a un hecho de “suma gravedad institucional” y afirma que la ANSES, bajo la conducción de la camporista Raverta, “sólo buscó beneficiar” a la vicepresidenta en vez de “defender los intereses del Estado”, así fundamento Ocaña por qué acudió a la Corte con un recurso de queja.
La diputada manifestó que “la justicia debe remediar este abuso por parte de la vicepresidenta, que se arrogó cobrar dos beneficios con la complicidad de ANSES y de la Procuración del Tesoro, cuando esto está prohibido por ley”. Ocaña además pidió ser tenida en cuenta como tercera parte en el caso en representación de los intereses del Estado que se vieron afectados por la decisión de la ANSES.
Por su parte la ANSES pidió que se rechace el planteo de Ocaña para que no se reabra la discusión sobre la jubilación de privilegio de la vicepresidenta dado que lo considera asunto resuelto.