Milagro Sala continúa presa desde la pronunciación de su condena en el año 2016. Cayó tras un tendal de denuncias por malversación de fondos, corrupción, abusos y amenazas sobre sus propias agrupaciones y militantes.
Mabel Balconte, fue otro de los declarantes que durante el juicio no dejó detalle librado al azar. Balconte aportó datos concretos sobre el mecanismo de amenazas y corrupción que atravesaba a la Tupac Amaru y a la forma en la que estos le rendían cuentas en efectivo y con el envío numerosos bolsos a los dirigentes Máximo Kirchner, Julio De Vido y Andrés “Cuervo” Larroque. Balconte, es otro de los testigos que confirmaron que Milagro Sala se refería a Máximo Kirchner como “el principito” y que habitualmente decía: “cuenten bien la de ese bolso que esa es la del principito”.
Del testimonio de Balconte se desprende que Milagro Sala tenía un trato abusivo y amenazante con sus propias dirigentes, para asegurarse de que ninguna fuera a renunciar o a llevar adelante una denuncia respecto a lo que sucedía puertas adentro. “Hija de puta, cajeta de mierda”, era la forma habitual de referirse a sus principales subordinadas.
“La organización llevaba adelante obras, que nunca terminaba, en San Pedro, El Acheral, Rodeito, Villa Monte, El Fuerte, Calilegua, El Palmar. Sala las obligaba a facturar por por obras ejecutadas que no conocíamos y o sabíamos que no se habían hecho. Después nos obligaba a hacer los trámites administrativos en el Instituto de la Vivienda”, afirmó.
Los cheques del Instituto de la Vivienda eran retirados y entregados al contador de Milagro Sala, lLucio Abregú. De allí, se los trasladaba al Banco Nación de la calle Alvear y Necochea, en Jujuy, y eran cobrados.
“Gladis Díaz, Mirta Aisama, Mirta Guerrero y Patricia Jaldín, eran quienes cobraban loa cheques, metían el dinero en bolsos, lo cargaban en dos autos y se iban a la casa de Milagro Sala y ahí hacían el reparto, del cual, entre otros, eran beneficiarios, Máximo Kirchner, Julio De Vido y Andrés Larroque”.
FUENTE: Realpolitik