La decisión de Elon Musk de comprar una porción mayoritaria de acciones en Twitter provocó un gran revuelo financiero, pero sobre todo alimentó expectativas de un cambio de rumbo en las políticas de la red social que ha venido recibiendo acusaciones de ejercer una férrea censura.
El fundador de la compañía de autos eléctricos Tesla y la aeroespacial SpaceX ha dicho que se considera a sí mismo como un “absolutista de la libertad de expresión”.
Musk es uno de los hombres más ricos del mundo y suele actuar en consecuencia, y es por eso que no llamó la atención el consejo que recibió hace algunas semanas por parte de algunos de sus 80 millones de seguidores que le recomendaron: “Comprar Twitter”.
Musk publicó el 25 de marzo una encuesta en la red social en la que preguntó: «Libertad de expresión es esencial para el funcionamiento de la democracia. ¿Cree que Twitter adhiere rigurosamente a ese principio?». Más del 70% de los 2 millones de usuarios que votaron respondieron “No”. Eso llevó a Musk a redoblar su apuesta: «Dado que Twitter sirve como una plaza pública de facto, no adherir a principios fundamentales socava la democracia ¿Qué habría que hacer?¿Se necesita una nueva plataforma?», preguntó al otro día. «Comprar Twitter» fue una de las respuestas con más likes.
Las críticas hacia Twitter por sus políticas restrictivas se acrecentaron en Estados Unidos desde la suspensión de la cuenta de Donald Trump el año pasado. En este marco, la legisladora republicana Marjorie Taylor Greene, muy cercana al ex mandatario, se preguntó ayer si la inversión de Musk marcaría «el regreso de la libertad de expresión a Twitter». Greene no fue la única que advirtió que la estrategia del dueño de Tesla puede ir más allá todavía. «La inversión real de Musk es un porcentaje muy pequeño de su riqueza y no se debe descartar una compra total».
Musk compró 73,5 millones de acciones ordinarias de Twitter, un 9,2% del total. Esta compra lo convierte en el mayor accionista del grupo, por delante del fondo de inversiones Vanguard, que posee el 8,8% y el banco Morgan Stanley con un 8,4% del paquete.
Argentina es uno de los países de América latina con mayor uso de las redes sociales. Y si bien su popularidad viene en caída, Twitter se mantiene cuarta entre las cinco redes más utilizadas, detrás de Youtube, Facebook e Instagram. En febrero de 2021, el número de usuarios activos mensuales de Twitter en el país superó los 5,4 millones, con una caída de casi 3% contra febrero de 2020.